El impacto acumulado de las tecnologías de cultivos relacionadas con el CGIAR alcanzó los 1.334 mil millones de dólares entre 1961 y 2020, según un nuevo informe revisado por pares .
Prácticamente todos los hogares de los países objetivo se han beneficiado de mejoras en la productividad que han aumentado el acceso a los alimentos y, a su vez, han conducido a una disminución de la desnutrición y el retraso del crecimiento infantil, según el informe.
El nuevo estudio señala que si bien los agricultores pueden enfrentar precios más bajos por sus productos, aquellos que han adoptado con éxito nuevas tecnologías también han logrado costos unitarios de producción más bajos y aún obtienen ganancias netas en sus ingresos. Sin embargo, los agricultores que no pudieron o no quisieron adoptar las nuevas tecnologías pueden enfrentar una pérdida de ingresos netos, dice.
Los hallazgos, publicados en la prestigiosa revista World Development , indican un equivalente anual de 47 mil millones de dólares en ganancias de bienestar económico.
“ El impacto económico de las tecnologías de cultivos relacionadas con el CGIAR en la productividad agrícola en los países en desarrollo , 1961-2020" destaca el impacto en la difusión y la productividad de la investigación de cultivos del CGIAR. El informe muestra que para 2020, las tecnologías de cultivos relacionadas con el CGIAR se adoptaron en al menos 221 millones de hectáreas en Asia, África y América Latina. La adopción de estas tecnologías experimentó un aumento de los impactos de aproximadamente 600 millones de dólares anuales en la década de 2010, lo que demuestra una tendencia positiva sostenida.
Además de aumentar los ingresos agrícolas, los aumentos de productividad en cultivos críticos han reducido los precios de los alimentos, beneficiando a poblaciones más amplias. Esta es una razón clave por la cual el crecimiento de la productividad agrícola, particularmente el crecimiento de la productividad de los cultivos alimentarios, ha tenido impactos más significativos en la reducción de la pobreza en los países de bajos ingresos que el crecimiento de la productividad comparable en otros sectores, afirma el informe.
El informe dice que las variedades mejoradas de cultivos, un sello distintivo de los esfuerzos del CGIAR, han sido el principal impulsor de estos impactos positivos. En particular, los impactos se han expandido más allá del enfoque original del CGIAR en cultivos tradicionales como el arroz y el trigo, incluidas raíces, tubérculos, frijoles, yuca y maíz. El informe señala que el manejo de plagas y el manejo de recursos naturales también han surgido como componentes críticos de los esfuerzos del CGIAR para mejorar la productividad de los cultivos. También señala que las innovaciones del CGIAR han ayudado a salvar bosques y pastizales naturales de la conversión de tierras de cultivo, así como a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero .
Subrayando el impacto global del CGIAR, el informe muestra que al menos 92 países están adoptando tecnologías de cultivos relacionadas con el CGIAR. Entre estas naciones, India, China y Nigeria emergen como los mayores beneficiarios, lo que subraya el papel de la organización para abordar los desafíos agrícolas que enfrentan regiones pobladas y diversas.
El informe representa una actualización esencial de metaevaluaciones anteriores de los impactos del CGIAR. Se basa en una gama de fuentes significativamente más completa que estudios anteriores, incluidas encuestas a agricultores y expertos, ventas de semillas y muestreos de ADN de plantas en los campos de los agricultores.
Los hallazgos del estudio refuerzan el papel del CGIAR a la hora de impulsar mejoras en el bienestar económico, reducir la pobreza y contribuir a la seguridad alimentaria mundial. El compromiso continuo del CGIAR con la innovación y la colaboración lo posiciona así como un socio crucial para abordar los desafíos actuales y futuros de los sistemas alimentarios.
