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 17/06/2021

Modelo optimiza sistemas de riego para cultivos del Valle del Cauca

Por medio del ciclo Deming –estrategia basada en la mejora continua de la calidad– se aplicaron varias herramientas para identificar los problemas y las posibles soluciones en un plan de logística ...

Por medio del ciclo Deming –estrategia basada en la mejora continua de la calidad– se aplicaron varias herramientas para identificar los problemas y las posibles soluciones en un plan de logística que permita optimizar el proceso de riego por gravedad, a través de cuatro etapas: planificar, hacer, verificar, actuar.

Esta metodología se aplicó después de un diagnóstico en el que se encontró –entre otros problemas– que en los sistemas de riego por gravedad falta capacitación al personal, ya que se concentran en irrigar, no hacen mediciones del área regada ni del volumen aplicado, y tampoco miden la eficiencia de la conducción ni buscan alternativas más eficientes para el riego.

Además se identificaron dificultades al instalar la tubería, ya que la posición en ciertos tramos no es correcta y algunas ventanas de riego no tienen la posición adecuada. Tampoco existen aforos en la captación y en el set de riego, lo cual genera desconfianza sobre la información registrada en la plataforma del ingenio.

Así lo advierte el ingeniero agrícola John David Rengifo Vanegas, estudiante de la Maestría en Administración de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira, en desarrollo de su trabajo "La administración del agua en la agricultura en el Valle del Cauca: un sistema de riego por gravedad en el año 2019", dirigido por el profesor Alberto Martínez, doctor en Salud Pública.

En el estudio se estableció que tanto el mayordomo como el jefe de zona desconocían las normas de operación de los pozos y no se cumplía con la norma establecida por la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC).

En algunas de las cabeceras de riego no hay bordas o topes, lo que genera desperdicio de agua hacia los callejones cuando los tubos presentan fugas o están mal acoplados. Además, en algunos sets no existen brechas en el cultivo para verificar el riego y tampoco se mide la velocidad del agua en el surco.

Evaluación en campo

El primer paso fue una revisión documental a partir de una base bibliográfica de Cenicaña, Asocaña y la CVC, entre otras entidades relacionadas. Después se implementó la observación y evaluación en campo de los sistemas de riego.

Por último hubo un diálogo de saberes, entendido como un trabajo fusionado entre el conocimiento científico técnico y el local ancestral. "No se puede descartar la experiencia de los trabajadores que han realizado estas labores durante años y conocen los suelos de la región", destaca el ingeniero.

Para obtener la información, el investigador realizó varias visitas a predios de un ingenio del sector agroindustrial azucarero, donde observó las actividades realizadas en la labor de riego por el mayordomo, el cabo de riego y el regador.

Ciclos de calidad

Partiendo de este modelo, estableció los ítems a tener en cuenta para el control administrativo de calidad en las actividades de riego que se realizan en los cultivos por la modalidad de riego por gravedad.

En la fase de "planificar" se contempla: involucrar a las personas correctas en las labores de riego y planear las capacitaciones necesarias para este fin; tener las herramientas requeridas para las mediciones en campo y obtener datos confiables y verificables; estudiar los procesos involucrados en la labor que incluya los canales de riego y el drenaje según los estándares de calidad establecidos; y generar un plan de mejoras en el lugar donde se deba hacer un ajuste en el sistema de riego.

La fase de "hacer" consiste en: implementar la mejora o verificar las causas de los problemas encontrados en campo; generar un manual que guarde la constancia de la mejora o rectificación; y realizar una trazabilidad de los datos entregados tanto por el regador como por el cabo de riego y el mayordomo para tener un punto de partida para mejorar (metros cúbicos aplicados por hectárea, área regada, eficiencia de conducción y aplicación).

En la etapa de "verificar" se deben analizar los datos entregados por los mayordomos y verificar si concuerdan con la realidad en campo; verificar si se alcanzaron los resultados esperados; revisar los problemas y errores que se presentaron durante la ejecución del riego; hacer autoanálisis de lo que se ha aprendido en campo con un control administrativo de calidad, y analizar qué falta por resolver e ir ajustado el proceso.

La etapa de "actuar" comprende: incorporar la mejora al proceso de control administrativo para salvaguardar las actualizaciones que se deben hacer y replicarlas al personal encargado; generar un plan de comunicación activo con el personal para que entiendan las nuevas normas o cumplimiento que tiene la empresa con el sector ambiental; y generar espacios para nuevas ideas de riego, o la necesidad de usar otra modalidad como aspersión o goteo.

"Lo importante es que el conocimiento sea de todos, que no se quede solo en el mayordomo y el jefe de zona, quienes son los profesionales, sino que llegue a todos los involucrados en el proceso para que tomen conciencia y se logren métodos amigables con el medioambiente" afirma el investigador.

(Por: Fin/JAMP/MLA/LOF)

Fuente: Agencia de Noticias UNAL.

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